Para la Unión Europea, el actual modelo productivo tiene los días contados. El gran reto de su Plan de Acción de la Economía Circular es maximizar el valor de los materiales y recursos durante el mayor tiempo posible, devolviéndolos al ciclo de vida mediante su transformación o reciclaje y minimizando así la generación de residuos. Con ello, la Comisión Europea prevé un ahorro de 600.000 millones de euros en materias primas por parte de la industria y la creación de 580.000 nuevos puestos de trabajo.